Dentro de las grandes personalidades del deporte español aparecen nombres muy conocidos como los de Andrés Iniesta, Rafael Nadal, Javier Gómez Noya o Carlos Sainz. Pero hay muchos otros nombres menos conocidos que han trascendido por haber sido pioneros del deporte español.
Ya sea por largas luchas en los comienzos de los deportes que los han vuelto populares. O por lograr poner en lo más alto al deporte español cuando esos mismos deportes eran muy poco conocidos por el público general, hay muchos pioneros del deporte español que merecen formar parte de esta lista.
Por su mérito y por poder brillar en deportes en los que España casi no figuraba hasta su irrupción, serán destacados y, si bien otros tantos quedarán fuera, la idea es recordar a estos 3 atletas de la mejor manera, porque forman parte de la historia grande de España.
Miguel Poblet
El ciclista catalán es uno de los grandes pioneros del deporte español por ser el primero en ganar la Milán-San Remo (1957 y 1959), en vestirse de amarillo en el Tour de Francia (1955) y en llevarse etapas en las tres grandes vueltas (1956) . Más de medio siglo después, ningún español ha igualado los números de Miguel Poblet, quien, además, fue uno de los grandes velocistas de su época.
Fue en el Giro donde brilló de forma absoluta con 20 triunfos de etapa entre 1956 y 1961. Por otro lado, en 1956 se volvió el primer corredor de la historia en ganar etapas en las tres grandes vueltas: cuatro en el Giro, tres en la Vuelta y una en el Tour. Algo que sólo han logrado igualar Baffi (1958) y Petacchi (2003).
Poblet, que se dedicó a la bicicleta gracias a su padre, Enrique, quien tenía una tienda, y fue el primer español que vistió el maillot amarillo del Tour al ganar la etapa inicial en 1955. Ese mismo año también se convirtió en el único español que ha triunfado en París, pero no al esprint, sino fugado. Sin dudas, historia pura de España y uno de los pioneros del deporte español.
Severiano Ballesteros
Seguramente ya sepas que Severiano Ballesteros es una enorme figura del deporte español por su desempeño en el golf. Pero si este deporte no es una de tus disciplinas favoritas te servirá enterarte de algunos datos, ya que estamos hablando de uno de los mejores palmareses de la historia.
Algunos de sus logros más representativos fueron sus cinco victorias en el Campeonato del Mundo Match Play, el torneo individual de golf más importante de la época, dos victorias en el Masters de Augusta, celebrado en Georgia (Estados Unidos) y tres victorias en el abierto británico.
Pero además de los logros individuales, Severiano Ballesteros fue capitán en el equipo europeo de golf, con el que ganó en cinco ocasiones el torneo Ryder Cup. Una competición bienal que enfrenta al equipo europeo de golf contra el estadounidense.
Sumado a todos sus títulos, en el ocaso de su carrera, el PGA European Tour lo nombró mejor golfista del año en tres ocasiones. Además de volverlo miembro honorable de esta misma organización.
Francisco Fernández Ochoa
Para tener noción de lo inmenso que fue Francisco Fernández Ochoa como deportista, hay que recordar que, en una época en la que los jóvenes se atrevían a nuevos retos y ganaban popularidad algunos deportes más allá del fútbol, el esquí alpino era casi un desconocido a nivel deportivo.
Para sorpresa de todos los españoles, el nombre de Francisco Fernández Ochoa ocupó la primera noticia del telediario el 13 de febrero de 1972 para volverse uno de los pioneros del deporte español.
Aquel día, del que ya ha pasado medio siglo, un joven de 21 años proveniente de Cercedilla, se llevaba la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Sapporo 1972. En lo que significaba el primer (y único hasta hoy) oro del esquí alpino español. Aquella hazaña convirtió a “Paquito”, como fue conocido popularmente, en un héroe nacional.
El hito deportivo se produjo en la pista del Taineyama (el monte Taine), donde relegó a la segunda plaza a uno de los mitos del esquí alpino y considerado el mejor esquiador de la época. El italiano Gustav Thöni, al que le sacó más de un segundo de ventaja.
Desde entonces, se transformó en toda una leyenda viviente del deporte español y, después de atender a todos los medios ubicados en tierras japonesas, voló a España, donde fue recibido por el entonces príncipe Juan Carlos y el pequeño don Felipe.
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