La gran mayoría de niños y niñas practican algún deporte, ya sea dentro de la propia escuela o en un club deportivo, y esto ya es un gran avance con respecto a épocas más lejanas. En este artículo hablamos sobre la especialización deportiva en niños.
Sin embargo, la pregunta surge cuando un niño de 6, 7 u 8 años practica el mismo deporte entre 8 y 10 horas a la semana. ¿Es correcto aplicar la especialización deportiva en niños? Los pediatras y especialistas de la salud creen que con la especialización temprana se comete un error. Ya que en la fase pre-deportiva (que va desde los 3 hasta los 7 años) se busca un desarrollo a nivel psicomotor, y no el rendimiento puntual.
Entonces, con la especialización deportiva en niños, no solo les estaremos cerrando puertas para descubrir nuevos deportes. Sino que además se encuentran en una edad en la que se utiliza el juego como vehículo de aprendizaje, y no de competencia.
El síndrome de agotamiento
Durante los últimos años se produjo un gran incremento en la especialización deportiva en niños y jóvenes. Esto se debe en parte al deseo de los padres y entrenadores de que el niño sea dotado de una ventaja frente a otros jugadores de la misma edad. Por otro lado también suelen observarse estas actitudes de los adultos para lograr una beca o un apoyo económico e incluso para facilitar su llegada a la elite profesional en una edad temprana.
Pero lo cierto, es que a pesar de todas estas cuestiones que son consideradas “ventajas”, los estudios y las investigaciones correspondientes a este ámbito muestran que la especialización temprana no lleva a una ventaja competitiva en los atletas que practican muchos deportes simultáneamente. Pero eso no es todo, por otro lado, la especialización deportiva en niños puede incluso llevar al riesgo del abandono por agotamiento. También conocido como síndrome de ‘burnout’.
El burnout es habitualmente definido como un síndrome cognitivo-afectivo que se caracteriza por “una forma inadecuada de afrontar el estrés crónico, cuyos rasgos principales son el agotamiento emocional, la despersonalización y la disminución del desempeño personal”. Evidentemente es una definición que está mucho más enfocada en el ámbito laboral y empresarial. Pero que se ha comprobado que también aparece en los jóvenes deportistas. En este caso, podría traducirse como un estado de fatiga (tanto emocional como física) que provoca una pérdida del rendimiento deportivo. Y, por tanto, una decepción acerca de la capacidad para concretar los objetivos.
Como dijimos, el agotamiento se produce tanto a nivel físico como mental para realizar la actividad deportiva en concreto. Y en el caso de niños puede llevar hasta perder el absoluto interés por la actividad que están practicando.
Aumento del número de lesiones
Otro aspecto importante a tener en cuenta es que, simplemente, los niños que practican un deporte de manera especializada tienden a sufrir más lesiones.
En cuanto a estas lesiones, se hace referencia a las que se producen como resultado de una repetición en una actividad en concreto. Y con esto se hace especial énfasis las lesiones de sobreuso o sobrecarga.
A diferencia de las lesiones traumáticas como las fracturas o los golpes, que son causadas por un evento puntual, las lesiones de sobreuso suelen ser el resultado de muchos microtraumas de forma repetida. En este tipo de lesiones, además de existir una acción repetida del sistema músculo-esquelético, también existe una falta de descanso adecuado de este mismo sistema que permite lo que se conoce como una adaptación estructural. En palabras simples, el cuerpo no descansa lo suficiente y pasa factura a nivel óseo o muscular.
Durante una práctica deportiva, si hay suficiente descanso y la recuperación es óptima, el tejido se adapta al estrés que propone la actividad. Sin embargo, si ese estrés es excesivo o no hay suficiente recuperación, se produce un desequilibro, generando las lesiones.
Al hablar de especialización deportiva en niños, estos desequilibrios entre las cargas y la recuperación resultan un factor clave. Ya que estamos hablando de sistemas músculo-esqueléticos que aún se están desarrollando.
Por último, este tipo de lesiones de sobreuso o sobrecargas tienen mucha importancia en los deportistas más jóvenes. Ya que, según lo que se observa en la medicina deportiva pediátrica, un 50% de lesiones están relacionadas con la sobrecarga.
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