La montaña es uno de los lugares más elegidos para practicar deportes y es un ambiente muy distinto al que estamos acostumbrados a vivir. Esto se debe a que tanto la temperatura, como la presión atmosférica o la humedad varían con respecto a la ciudad. Y es algo a lo que el deportista deberá adaptarse utilizando los conocimientos relativos a estos cambios y que le permitan optimizar su energía. En este artículo hablamos sobre las claves de la alimentación para los deportes de montaña.

Dieta variada en la alimentación para los deportes de montañaConocer estos aspectos fisiológicos que se ven alterados en los seres humanos al someterse a la altura y a variaciones extremas de temperatura, está íntimamente ligado con las técnicas de alimentación en condiciones extremas.

Si bien el montañismo se ha puesto bastante de moda en los últimos años, es posiblemente una de las prácticas deportivas más antiguas que existen. Esto es debido a que, desde tiempos ancestrales, el ser humano debió utilizar a la montaña como medio de vida y subsistencia. Ya fuese para cazar, como refugio, etc. Y es por eso que podríamos considerar que la actividad en la montaña es mucho más antigua de lo que pensamos.

Como en cualquier actividad deportiva, pero más aún por estas condiciones que se han mencionado, existe un aumento considerable de la demanda energética del cuerpo que se deriva de una mayor actividad y esfuerzo físico.

Por ejemplo, si bien se considera que una persona adulta requiere cerca de 1600 cal/día para mantener su nivel de metabolismo en un rango normal, esta misma persona requerirá una cantidad mayor de calorías para una actividad de montañismo, y por eso deberá ceñirse a una buena alimentación para los deportes de montaña.

 

Algunos deportes de montaña

Algunos deportes de montañaUna vez en la montaña, las tablas de consumo calórico son sólo una idea aproximada de cuál debería ser el consumo energético ideal. Ya que estos consumos dependen de varios factores. Como el nivel físico y técnico del deportista, las condiciones del terreno, el peso, la intensidad que requerirá el esfuerzo, la temperatura, el viento, etc.

Pero a modo de ejemplo, se calcula que el trekking exige un consumo diario de entre 2900 y 3500 calorías, mientras que, si el deporte de montaña favorito es el rafting, estaremos hablando de entre 3000 y 4000 calorías diarias. Por último, los deportes más exigentes son el esquí y la bicicleta de montaña, los cuales suponen un consumo medio de entre 4000 y 6000 cal/día.

Para no llevar un peso excesivo ni sufrir la falta de comida en la alimentación para los deportes de montaña, la mejor idea es realizar una buena planificación de tu alimentación. Por ello se deben tener en cuenta la cantidad de días en los que estarás realizando tu actividad de montaña, como así también tus necesidades energéticas y, fundamentalmente, de hidratación.

Para esto es muy importante tener una idea de cuál es el número de comidas diarias que requerirás, tanto de meriendas como almuerzos y cenas. Para que, de este modo, puedas organizar un menú equilibrado y variado con el fin de lograr los mejores resultados.

deportes en la montaña y alimentación

 

Dieta variada en la alimentación para los deportes de montaña

Los hidratos de carbono serán los principales responsables de abastecer a tu cuerpo de energía para que puedas utilizarla rápidamente al realizar el ejercicio físico. Es por eso que serán fundamentales en toda alimentación para los deportes de montaña.

Claves de la alimentación para los deportes de montañaEl azúcar, por un lado, es de liberación muy rápida, por lo que algunas barritas serían una muy buena idea para asimilarlo de manera sencilla. Por otro lado, mientras se realiza la actividad física el consumo de este tipo de alimentos debe rondar entre el 55 y el 70% de la dieta. Dependiendo, una vez más, del deporte a realizar.

Otro elemento clave para el deporte de montaña son las grasas, ya que estas son las encargadas de darnos un gran aporte energético que servirá para combatir las bajas temperaturas. Pueden obtenerse tanto de alimentos de origen animal (como el huevo o quesos) como de algunos vegetales como los aceites o los frutos secos.

Lo ideal sería combinar aproximadamente un 50% proveniente de cada una de estas dos fuentes de grasas para mejorar el balance nutricional. Al practicarse el ejercicio, las grasas deben estar cubriendo entre el 25 y el 30% de tu consumo energético. Y un poco menos antes y después de la práctica deportiva.