“Los límites te los pones tú y yo no quiero ponerme ningún límite. No quiero tocar techo aún, quiero seguir jugando a este nivel. Porque sé que si continúo por este camino tengo muchas opciones de seguir ganándole a los mejores y de seguir ganando torneos”. Con esta frase, Carlos Alcaraz cerraba lo que fue su participación en el ATP 500 de Barcelona, donde obtuvo su tercer título en lo que va de temporada.
Hablar de Carlos Alcaraz es hablar del futuro del tenis, pero también es hablar de esfuerzo, sacrificio, talento y, como no, presente. Lo que ocurrió en Barcelona fue otra increíble demostración de la jerarquía que necesita un tenista profesional para convertirse en una gran figura. El potencial exhibido por Carlos Alcaraz demostró también todas las ganas y el hambre por conseguir cosas importantes en su carrera. Y es que, con sus 18 años, comienza a transformarse en un nombre habitual para las fases finales de todos los torneos.
“Fue un cierre inmejorable. Creo que fue una gran final de mi parte, el mejor partido que jugué en toda la semana, así que estoy súper contento”. Declaró el campeón tras imponerse ante Pablo Carreño Busta en la final, y tras una exigente semifinal frente al australiano Alex de Miñaur.
Las finales se ganan
Para Carlos Alcaraz el concepto es muy claro: “Las finales no se juegan, se ganan. Es lo que me han inculcado desde pequeño. Ha sido el mejor partido del torneo, sin duda, si mantengo este nivel tengo muchas opciones de ganar a los mejores y de seguir ganando torneos”. A diferencia de los últimos títulos, este no marcó un récord en cuanto a la juventud del nacido en El Palmar. Ya que el campeón más joven en el ATP 500 de Barcelona fue para el sueco Mats Wilander, quien lo conquistó con 18 años y un mes en la edición de 1982.
El juego de Carlos Alcaraz es un deleite para quienes lo observan ya sin asombro, y el techo aún se encuentra muy, muy lejos. Hace solo un año figuraba en el 120º lugar del ranking, y hoy se ubica en el noveno lugar, con una asombrosa proyección para lo que queda del año.
Su entrenamiento con Novak Djokovic en Madrid
El lunes 2 de mayo, Carlos Alcaraz pudo entrenar por primera vez con el serbio Novak Djokovic, uno de los pocos jugadores top con los que le faltaba hacerlo. Si bien lo habían intentado en el pasado, por diferentes razones no habían podido coincidir. Y, finalmente, pudieron encontrarse en la misma pista del set del Mutua Madrid Open.
El murciano confesó que se encontró con un número 1 del mundo a un gran nivel. «Me ha metido una paliza (risas), pero yo me he visto bien a nivel de juego», comentó Carlos.
En las próximas horas comienza el Madrid Open, y Carlos Alcaraz tendrá la presión de jugar en casa: «No es fácil jugar en casa por la expectación. Yo le doy la vuelta a eso y me lo tomo como motivación, como ayuda. En los momentos difíciles la gente te ayuda a ir para arriba».
El futuro del tenis tiene nombre y apellido
Por el excepcional 2021 en el que finalizó con un título ATP, además de la victoria como ‘joven maestro’, logró ascender desde el puesto 141 del ránking ATP hasta el puesto 32. Sin duda, el español fue la máxima sorpresa de la temporada con un tenis brillante y agresivo. Una combinación que no suele pasar desapercibida y, mucho menos, si los resultados también acompañan.
Su gran victoria en las Next Gen le ha dado esa fama a nivel mundial que lo llenan de grandes objetivos, pero también de presiones. Aquel triunfo lo convirtió en el único jugador de la historia con menos de 18 años en ser capaz de ganar treinta y dos partidos en un mismo año. Y solamente un tal Rafa Nadal había sido capaz de alcanzar los treinta, un récord aniquilado por el murciano.
El genial comienzo del 2022 solo hace imaginar un futuro lleno de logros, títulos y emociones fuertes para Carlos Alcaraz. El momento para confirmar que será un nombre importante en la historia de este deporte ha llegado, y Alcaraz lo esperaba con ansias.
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