Muchas veces hemos hablado de que realizar ejercicio de forma regular es sinónimo de salud tanto física como mental. Sin embargo, sea cual sea la actividad que hayamos elegido o el tipo de deporte que estemos practicando, lo cierto es que en todo momento existe la posibilidad de tener lesiones deportivas. Estas pueden ir desde las que se consideran lesiones de impacto, como una torcedura, un esguince o hasta una fractura, como otras lesiones más indirectas como fatigas musculares, dolores de espalda o hasta desgarros.
Es importante entender que muchas dependen absolutamente de la suerte y un mal movimiento puede provocar el problema. Pero, con una planificación y los cuidados adecuados, hay otras tantas que pueden evitarse para mantener la forma física sin riesgos de lesiones.
Lesiones deportivas más frecuentes
Esguince de tobillo: Una de las lesiones deportivas más frecuentes es el esguince de tobillo (y en menor medida el de rodilla). Esta es una lesión muy habitual al realizar actividad física, pero también dentro de la actividad diaria. El caso más común se presenta al producirse un mal movimiento del pie hacia dentro, lo que provoca un estiramiento de los ligamientos. Por lo común que resulta esta lesión se suele decir que es la lesión deportiva más fácil de tener de forma accidental.
Tendinitis: Una de las lesiones más molestas que existe para el deportista es la tendinitis, y la misma consiste en la inflamación de un tendón. Suele aparecer por la repetición de un movimiento. Y, si no es tratada debidamente y a tiempo puede originar otras lesiones deportivas como la epicondilitis lateral, la epicondilitis medial o la tendinitis rotuliana.
Calambres: Si bien no son lesiones de largo plazo, son considerados como espasmos musculares que se derivan de una hiperactividad del músculo. Si se realiza una actividad física intensa y la hidratación del deportista no es óptima, es muy probable que el calambre aparezca.
Fracturas: Si bien es la lesión deportiva más seria que puede sufrir un deportista, lo cierto es que también resulta como causa de una mala caída o un golpe. Por lo que su prevención (existe mediante la ingesta de alimentos con calcio y un buen trabajo muscular) es mucho más difícil de trabajar.
Distensiones musculares: Un paso antes de que se produzca un desgarro aparecerán las distenciones musculares, y este tipo de lesiones deportivas consisten en la ruptura de fibras musculares originadas por un estiramiento repentino del músculo.
Formas de evitar las lesiones más frecuentes
Calentamiento previo
Si hay algo fundamental para evitar lesiones eso es el calentamiento antes de comenzar a hacer ejercicio. De esta manera estarás preparando tu cuerpo no solo física, sino también mentalmente. Con un calentamiento adecuado lograrás mayor flujo de sangre y oxígeno a los músculos, mayor flexibilidad y una mayor relajación y concentración.
La entrada en calor debería estar formada por diferentes tipos de ejercicios como el trote a diferentes ritmos, la elongación y un algunos ejercicios de resistencia que te permitan cambiar de aire. Si bien va a depender de cada persona y del nivel de intensidad que tendrás después en el ejercicio, el calentamiento debería durar entre 15 y 20 minutos, con el objetivo de comenzar a sudar pero sin sentirte cansado.
Usar equipamiento adecuado
Con una oferta tan amplia de modelos de calzado dentro del mercado, resulta muy difícil poder elegir unos que sea adapten perfectamente a lo que necesitas. Si no estás seguro de estar usando el mejor calzado para lo que demanda tu actividad lo mejor es ir a una tienda y pedir el asesoramiento de alguien capacitado. Muchas veces los deportistas sufren lesiones y no se dan cuenta de que el problema es sencillamente un mal calzado y podrían evitarse problemas con el solo hecho de cambiarlo.
Si estamos hablando de otro tipo de actividad, lo mismo sucede con un casco, una bicicleta o un equipo de protección. Para evitar lesiones deportivas de este tipo no deberías escatimar gastos en el equipamiento adecuado para la actividad.
Técnica correcta
Uno de los errores más habituales es esforzarse al máximo para realizar ejercicio pero sin la técnica adecuada. Y esta es la forma más común de terminar con una lesión. Por esto es fundamental que logres aprender cual es la técnica correcta para tu actividad deportiva y para esto no queda otra opción que recibir la ayuda de un profesional.
Aprende cuáles son tus límites
Al realizar actividad física deberás prestar mucha atención a tu cuerpo para saber cuándo ha sido suficiente. Detenerse en el momento adecuado te evitará lesiones musculares como las distensiones y las fatigas musculares. También es importante que si no has hecho ejercicio durante un tiempo prolongado comiences lentamente y aumentes la exigencia mientras te vas poniendo en forma.
Hidratación y alimentación
Por último, la hidratación y una correcta alimentación te ayudarán a mantener un cuerpo sano y evitar lesiones deportivas de todo tipo. Una buena hidratación en el deporte es sinónimo de obtener la cantidad adecuada de agua antes, durante y después del ejercicio. El agua regula nuestra temperatura corporal y proporciona lubricación a las articulaciones, mientras que por otro lado ayuda a transportar nutrientes para darle energía y mantenerlo saludable.
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