En un deporte tan intenso como el baloncesto, donde en ocasiones un solo instante o un solo jugador pueden decidir un partido, una final o incluso un campeonato, siempre hay momentos históricos para recordar. Una canasta sobre la bocina transforma al ganador en perdedor en tan solo segundos… Hoy hablamos de las canastas sobre la bocina que cambiaron la historia del baloncesto.
Reggie Miller vs Los Knicks
El 7 de mayo de 1995, Indiana había derrotado de los Atlanta Hawks de Lenny Wilkens por 3-0 mientras que, en el otro lado del cuadro, Nueva York había hecho lo propio frente a Cleveland por 3-1.
Un enfrentamiento espectacular donde no faltaron la agresividad tanto dentro como fuera del terreno de juego. Donde hasta existió un duelo de palabras entre el famoso director de cine Spike Lee (fanático de los Knicks) y Reggie Miller, figura de los Indiana Pacers.
Al juego número 1 de la serie no le iban a faltar condimentos y faltando 18,7 segundos las cosas estaban 105 a 99 en favor de los locales (New York). Pero en 9 segundos ocurrió lo impensado: 2 triples de Reggie Miller y dos libres encestados para terminar el marcador 106 a 105 en una remontada que nunca antes se ha visto en la historia del baloncesto. Y si hablamos de canastas sobre la bocina que cambiaron la historia de este deporte, es imposible dejar fuera a estas 4 anotaciones de forma consecutiva que le darían a Indiana Pacers el primer punto de aquella serie de PlayOffs .
El enfrentamiento fue tan espectacular que hasta la cadena ESPN realizó un documental (en su famosa serie de ‘30 x 30’) sobre la tremenda rivalidad que aconteció entre estos equipos por aquellos años, donde este partido de Reggie Miller ocupó un lugar fundamental.
A continuación te dejamos el link del video por si nunca lo has visto: https://www.youtube.com/watch?v=FDOqD8tV8Tc
La eliminatoria terminaría alargándose a los siete partidos y, esta vez, Indiana lograría derrotar a los Knicks para convertirse en campeones de la NBA.
Michael Jordan, el especialista
Si hablamos de un especialista a la hora de encestar canastas sobre la bocina, no ha existido alguien igual a Michael Jordan. Cuando las cosas estaban apretadas y se acercaba el final, la orden de Phil Jackson era muy sencilla: ‘pásenle el balón a Michael’.
En un equipo plagado de figuras con Scottie Pippen y Dennis Rodman, nunca hubo dudas sobre quién era el dueño de la palabra final. Y uno de los mejores deportistas de toda la historia se encargaba de no fallar nunca ese tiro.
Si bien es muy difícil elegir uno para destacar entre tantas canastas sobre la bocina, sin duda el que ocupa el lugar más alto es aquel lanzamiento sobre la bocina frente a Utah Jazz en 1998 y que le dio el sexto anillo a los Chicago Bulls en la que es popularmente conocida (gracias a Netflix) como The last dance.
Una canasta más política que deportiva
En los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972 se produjo un hecho histórico a nivel deportivo, y en especial a nivel de baloncesto: La URSS derrotó por primera vez a Estados Unidos.
Tras lo que fue uno de los atentados terroristas más despiadados en relación al deporte en el fatídico ‘Septiembre negro’, con el secuestro de los atletas israelíes, Estados Unidos llegaba invicto a la final frente a la URSS de Alexander y Serguéi Belov.
Un partido absolutamente igualado tenía a Estados Unidos arriba por un punto a falta de 3 segundos para el final y los soviéticos perdieron el balón en una jugada muy confusa en la que finalmente el árbitro solicitó repetirla por un supuesto tiempo muerto solicitado por parte del equipo soviético.
Esta vez, los tres segundos fueron bien aprovechados y el balón le llegó a Alexander Belov, que dejó en el camino a dos rivales y se encargó de cambiar la historia con su canasta sobre la bocina par el 51-50 definitivo.
El desenlace es espectacular y aún más político que todo el contexto previo al juego: La delegación estadounidense apeló al resultado y 5 miembros del COI debieron votar. El resultado de esa votación fue de 3 votos a favor de la victoria de la URSS y 2 para USA. Sin embargo, tras casi 50 años, las medallas siguen en una caja fuerte de un banco de Zúrich.
Ginobili y ‘la palomita’
Es una de las jugadas más electrizantes y festejadas de la historia, Manu Ginobili cambió la historia del deporte, y a continuación explicaremos por qué.
Un 15 de agosto de 2004, Argentina enfrentaba a Serbia y Montenegro en el primer partido de los Juegos Olímpicos de Atenas. El resultado, faltando 3 segundos y 8 décimas, era de 82 a 81 para los serbios y todo parecía decantarse a favor de los europeos como hacía 2 años en la final del Mundial de Indianápolis.
Sin embargo, sin un tiempo muerto a favor, Argentina salió del fondo, Alejandro Montecchia avanzó por la izquierda y le dio el pase a Ginóbili que entraba por el centro. Con un hombre encima y el tiempo a punto de consumarse, el crack bahiense se tiró de palomita para evitar la marca y lanzó la pelota que ingresó al aro y significó un histórico triunfo por 83-82. Así lo cuenta el propio protagonista.
Argentina vencía a Serbia con una de las más recordadas canastas sobre la bocina y ese sería el primer paso para lo que luego fue realmente histórico: La obtención de los Juegos Olímpicos cortando con la hegemonía de Estados Unidos, quien ganó 7 de las últimas 8 ediciones.
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