Hace varios años, el perfeccionamiento del deportista se daba solo en 2 áreas fundamentales. El físico propiamente dicho y la técnica con la que se desarrollaba esa actividad. Por lo que era muy común que con esa mejora en el día a día, se puliera totalmente la mejora del deportista.
Sin embargo, desde hace también varios años, se ha llegado a la conclusión de que estas actividades no deben entrenarse por separado. Sino que deberían formar parte de un entrenamiento global al que, añadiéndole la psicología deportiva, se las logre entrelazar para realmente desarrollar mejores deportistas.
Dentro de estas nuevas metodologías, que se siguen actualizando constantemente, la idea es conseguir el desarrollo de deportistas que no solo rindan a nivel físico, sino que también sean inteligentes. Y, para esto, la psicología deportiva debe ser el pilar más importante. De esta manera, un correcto enfoque de la mente los hará tomar mejores decisiones cuando deban ejercer su actividad.
Monitores deportivos
Otra práctica que se ha ido modificando, y perfeccionando, con el paso de los años, es la del monitor deportivo. Ya que cada vez el mundo de los entrenadores personales viene tomando más y más fuerza. Esto se debe al incremento de la cantidad de personas que necesitan hacer deporte. Y, a su vez, del auge de los entrenamientos de forma personalizada en lugar de los clásicos deportes de grupo.
Por supuesto, la pandemia de moda ha hecho su parte. Pero ese aumento en la generó que cada vez los entrenadores deban perfeccionarse para poder sobresalir dentro de la competencia. La formación en la rama de la psicología deportiva, es una de las especializaciones más requeridas.
Psicología deportiva
Dentro de la ciencia psicológica hay una rama especial, ella es la psicología deportiva. Y su objetivo son las particularidades relacionadas con la actividad deportiva teniendo en cuenta sus diversas disciplinas y las cuestiones mentales relacionadas con la personalidad de cada deportista.
Para lograr una especialización que se aplique de manera efectiva es necesario conocer las particularidades de cada deporte. Como así las particularidades psíquicas de cada deportista y la influencia que unas tienen sobre las otras para lograr equilibrar a la persona que realiza la acción con el contexto en donde la está desarrollando. Por supuesto, el objetivo principal pasa por obtener los mejores resultados tanto a nivel de competencias como de entrenamientos.
Objetivo de la psicología deportiva
Su misión principal es responder, de forma totalmente objetiva, a las exigencias que expone el deporte y la sociedad en general en la actualidad. Esto enfocado en la necesidad de una fundamentación científica para los métodos y las formas de preparación psicológica. Siempre apuntando al estudio y el potencial de las funciones y cualidades de los estados psíquicos de cada personalidad determinada. Lo que permite la formación de un estado óptimo de disposición y efectividad para afrontar tanto la competencia, como la preparación para la misma.
Por otro lado, la motivación es otra área que requiere la máxima atención para un monitor deportivo, y mediante su correcta implementación puede intervenir para ayudar a descubrir determinadas fatigas mentales o emocionales en los deportistas, mientras que, a su vez, podrá atacar ese problema y ayudarlo a diseñar una estrategia para establecer objetivos que revivan el deseo de seguir con la práctica.
Conclusión
En cuánto al título de este artículo, relacionado con la importancia del entrenador y su formación en la psicología deportiva, consideramos que es de suma importancia, sobre todo si se destaca que todas las tareas que realizan los psicólogos dentro del deporte llegan por pedidos puntuales de los entrenadores. Mientras mejor preparados estén dichos entrenadores, será más fácil el vínculo profesional con los mismos, lo que irremediablemente decantará en un mejor resultado para los deportistas.
Contar con habilidades a nivel de la psicología del deporte y, gracias a ellas, conseguir una interacción adecuada tanto con los deportistas como con los profesionales que pueden ser incorporados para trabajar en momentos puntuales, resulta fundamental para conseguir una visión clara de la labor de la psicología, como así también de las potencialidades, limitaciones y riesgos en la actividad de los deportistas.
Cuando esa interacción no es buena, surgen muchos conflictos, como por ejemplo ocupar roles que no son adecuados, incomprensiones y conductas equivocadas para la práctica profesional. Todo esto puede decantar no solo en una baja en el rendimiento de nuestro deportista, que hasta en cierto punto sería lo menos grave, sino que puede hasta llegar a ocurrir el abandono de la actividad por parte de nuestros alumnos, lo que sería un daño casi irreparable dentro de su carrera deportiva.
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